Leasing qué es: definición, ventajas y diferencias con el renting

El término leasing es menos conocido entre particulares, pero se trata de una fórmula de financiación muy empleada en empresas y autónomos. En este artículo te explicamos en qué consiste, cómo funciona, cuáles son sus ventajas y desventajas, y lo comparamos en detalle con el renting.

El leasing es un contrato de arrendamiento financiero, pensado principalmente para empresas y autónomos, en el que una entidad financiera compra el vehículo que el cliente desea y se lo cede a cambio de una cuota mensual. Al final del contrato, el usuario tiene la opción de comprar el coche pagando un valor residual previamente pactado.

A diferencia del renting, el leasing no incluye servicios como mantenimiento, seguro o asistencia. Por tanto, estos gastos corren por cuenta del arrendatario.

1. Eliges el coche y se firma un contrato con una duración mínima habitual de 2 años (hasta 10 años)

2. Pagas una cuota mensual que incluye amortización del vehículo y costes financieros, pero sin seguros ni mantenimiento.

3. Al finalizar el contrato, puedes:

Comprar el coche por el valor residual acordado

Devolverlo y finalizar el contrato

Renovar leasing con otro vehículo (opcional)

1. Pagos mensuales más bajos, ya que no incluye servicios adicionales

2. No requiere desembolso inmediato del importe completo del vehículo, liberando liquidez

1. Menor flexibilidad: no puedes devolver el coche antes del tiempo mínimo sin penalización.

2. Costes adicionales: debes asumir seguro, mantenimiento, ITV, averías e impuestos.

3. Más complejidad administrativa frente al renting.

En comparación, el renting es un contrato de alquiler operativo, con cuota fija mensual que incluye seguro, mantenimiento, asistencia, ITV e impuestos, pero sin opción a compra del vehículo. Veamos las principales diferencias:

• Duración del contrato

Leasing: desde 2 hasta 10 años.

Renting: generalmente entre 12 y 60 meses, con mayor flexibilidad para particulares

• Gastos incluidos

Leasing: no incluye seguro ni mantenimiento.

Renting: todo está cubierto, lo que ofrece mayor tranquilidad

• Opción de compra al final

Leasing: el cliente puede comprar el vehículo por el valor residual.

Renting: el cliente puede comprar el vehículo por el valor de mercado.

• Flexibilidad en cancelación

Leasing: generalmente no se puede cancelar antes del plazo sin penalización.

Renting: permite devolver el vehículo al término o incluso cancelar anticipadamente, pagando una penalización.

• Gestión y simplicidad

Leasing: requiere trámites contables, seguros y mantenimientos propios.

Renting: gestión simplificada, con todos los servicios externalizados.

El leasing es óptimo si quieres pagar menos mensualmente y asumir el mantenimiento por tu cuenta.

Sin embargo, el renting suele ser más atractivo si buscas comodidad, previsibilidad y servicios incluidos, especialmente útil para particulares o autónomos con uso mixto del vehículo.

El renting está experimentando un gran crecimiento en España, incluso entre particulares, gracias a su facilidad de uso y transparencia:

1. Una cuota mensual fija cubre todos los gastos del coche.

2. Sin entrada inicial ni sorpresas.

3. Posibilidad de cambiar de vehículo tras 2–5 años, sin necesidad de comprarlo.

4. Ventajas fiscales para empresas y autónomos

En definitiva, el leasing es una alternativa interesante si deseas comprar al final del contrato y tienes estructura empresarial que valore ventajas fiscales contables. El renting, por su parte, es ideal si prefieres olvidarte del coche como propiedad: menor burocracia, cuota fija con todo incluido y mayor flexibilidad.

Si buscas una solución sin complicaciones, con cobertura total y posibilidad de renovación frecuente sin sorpresas, el renting puede ser tu mejor opción. Consulta nuestras ofertas de renting para particulares y para profesionales.