A la hora de hacerte con un coche sin comprarlo directamente, las dos palabras que más se escuchan son “renting” y “leasing”. Aunque ambas fórmulas permiten el uso de un vehículo sin comprarlo en propiedad, sus características legales, fiscales y operativas son muy distintas. Si tu eres particular, autónomo o empresa, elegir la opción correcta puede hacer una gran diferencia en tu bolsillo… y en tu tranquilidad.
En este artículo, te explicamos la diferencia entre renting y leasing, sus ventajas y desventajas, y cuál puede ser la mejor elección para ti.