En un contexto de precios elevados del combustible y creciente conciencia ecológica, elegir uno de los coches que menos consumen se convierte en una decisión estratégica tanto a nivel económico como ambiental. Un vehículo con buen rendimiento en litros por 100 km o en kWh (para eléctricos) no solo reduce tus costes en carretera, sino que disminuye las emisiones de CO₂ asociadas a tus trayectos.
Además, en España las normativas de emisiones, las subvenciones a la compra (como los planes MOVES) y las restricciones urbanas favorecen cada vez más los modelos de motorización eficiente: híbridos, eléctricos y microhíbridos.